El kárate es un arte
marcial de origen oriental cuyo significado es Kara (mano) y te (vacía), es
decir, un manejo completo de nuestro cuerpo. Además de lo útil que puede ser
como método de defensa personal, el kárate es uno de los deportes más completos
física y mentalmente, los niños y niñas se divierten mientras mejoran sus
capacidades mentales, sociales y físicas.
La práctica de este
deporte ayuda a los infantes a conocerse a sí mismos/as, tener un mejor
autocontrol, aumentar su nivel de concentración y confianza… aspectos
importantes para su mejor desarrollo personal. Otros beneficios importantes que
conlleva la práctica del Kárate son la disciplina, el respeto a todo y todos/as
los que nos rodean, la tolerancia, la responsabilidad, etc. Valores que les
ayudarán a tener una completa vida en sociedad.
Respecto a las
cualidades físicas en el Kárate se trabajan la fuerza, el equilibrio, la
flexibilidad, velocidad, la mejora de la coordinación psicomotriz, destreza,
reflejos, reacciones… un campo muy completo en el que conseguiremos que los
alumnos y alumnas sean conscientes de todo su cuerpo y de todo lo que pueden
realizar con él.
Estos son los nueve motivos por los que recomendamos que los niños/as hagan kárate:
1) Aporta valores humanos y conceptos éticos
fundamentales, inculcando en ellos/as la amistad, el respeto, compañerismo,
deportividad, humildad, esfuerzo, afán de superación, etc.
2) Desarrolla habilidades psicomotrices, la
coordinación y un desarrollo bilateral tanto de las extremidades superiores
como de las inferiores.
3) Es un deporte alternativo a los
que estamos acostumbrados en nuestra sociedad.
4) Ejercita la concentración.
5) Proporciona confianza y seguridad.
6) Mejora la percepción espacio-temporal.
7) Crea hábitos de práctica saludable regular y
continuada a lo largo de la vida.
8) Realiza las actividades de una manera lúdica
en la que el alumnado participa de manera activa en su aprendizaje.
Además, el kárate también es beneficioso para tratar diferentes trastornos. Por ejemplo, se ha demostrado que este tipo de entrenamiento es útil para los infantes que padecen autismo y un déficit de atención e hiperactividad. también puede ser una terapia complementaria en el caso de que existan problemas de ansiedad o que el niño/a sea víctima de acoso escolar.